El restaurante sirve rica comida asiática (comercial) con diferente variedad de platillos desde chowmein, pato, ostras, sopas, arroz frito, etc. La atención muy buena. Lo único que no me gustó es que justo al medio hay un pasillo que lleva a la entrada de un gimnasio y se escucha la música del gimnasio y ves pasar a la gente hacia el gym.