Un lugar familiar, con área de juegos para niños y varios animales en una granjita. La carta es reducida pero con lo esencial para un lugar de steak. Llevaron de cortesía una entrada de chorizos con guacamol y frijol que estaban muy ricos. La parrillada incluye lomito, puyazo, pollo a la plancha, carne adobada, papas, elote, cebollín y cebollas asadas. El puyazo y el adobado fueron mis favoritos, gran sabor de los dos. El elote estaba super jugoso y las cebollas asadas deliciosas. El servicio fue un poco lento y puntos menos por no tener gaseosa light o zero. Otro inconveniente es la entrada y sobretodo la salida, una cuesta empinada entre terracería y medio piedra que dificulta la tracción. Además que al salir uno se encuentra en curva y hay un punto un poco ciego entre la subida y el cruce al salir.