No es la primera vez que visitó Facundo, el servicio es muy bueno, la comida siempre está en su punto, ya con el caldo que te dan de bienvenida te devuelven el alma al cuerpo. Esta vez pedí una pasta Alfredo con pollo que está riquísima, valió la pena esperar, aunque el mesero amablemente te dice que por el tiempo de preparación tu pasta puede demorar. El ambiente es muy bueno, música relajada y algunas pantallas con deportes. La decoración está bastante bien, hay muchos detalles sin saturar el espacio. Diría que bueno para ir a cenar con la pareja o amistades, incluso para llevar clientes de negocios.

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