El restaurante es muy bonito y ofrece lugares para sentarte afuera o adentro. La comida es rica pero no es excelente sobre todo en los acompañamientos de la carne. El carpaccio de lomito estaba delicioso y fue de lo mejor de la cena. El servicio estuvo bien, pero al momento de pagar nos recargaron 20% de propina. Es bastante molesto que hagan ese tipo de cosas, en vez de motivar a dar propina, quita las ganas por intentar aprovecharse del cliente.