Excelente lugar para salir de la rutina, excelente vista, una de las mejores de la ciudad, los atardeceres increíbles. Recomiendo el róbalo con almendras, los platos fuertes 100 puntos, los postres están bien pero nada fuera de lo normal. En cuanto al ambiente, el atractivo principal es lo giratorio del restaurante, lo que da una vista espectacular, sobre todo al atardecer (no apto para personas que tiendan a marearse rápido)