Una grata sorpresa en el centro de Antigua Guatemala. Descubrimos el lugar sin saber que esperar y fue una experiencia deliciosa, pedí los ravioles nouvelle, riquísimos rellenos de espinaca, con una salsa rosa deliciosa. Mi esposo pidió el pollo bourbon, lo probé y estaba muy rico. Como postre probamos el Tarte Tatin y estaba muy rico. La atención muy buena, nuestro mesero, sobresaliente. Esperamos regresar pronto.