Fuimos mi esposo y yo y la verdad para habernos tomado solo un tinto de verano cada uno y lo que comimos que fue poco considero que está costoso. Habían unos señores ebrios al llegar de muy mal aspecto y me decepcionó no encontrar en el menú croquetas de mero y chistorras para ser un restaurante “español” la sazón muy pobre. Pueden mejorar porque las instalaciones están muy bien.