Probé el ramen de cerdo y quedé muy satisfecha, no solo por la porción tan generosa, si no por la calidad del sabor y el colorido visual. Este plato no estaba en el menú, así que hay que preguntarle al mesero. El ambiente es acogedor y el personal está muy bien informado sobre los productos que ofrecen. (Pidan la limonada con jengibre ❤️)