Contrario a lo que había leído en los comentarios a mi familia y a mi nos gustó mucho la comida, fue suficiente, bien servida y sabrosa. Los postres fue lo único que nos parecieron muy pequeños. El hecho de que el restaurante gire es una experiencia que vale la pena vivir, aunque la sensación es extraña(marea un poco) la vista es espectacular. Nosotros fuimos de noche.
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