Un lugar muy lindo, para convivir con la naturaleza (habían unas abejitas molestando un poco). Me imagino que por la noche ha de ser muy bonito. El servicio puede mejorar pero fueron amables. Pedimos desayuno, nos llevaron una canasta de pan con mermelada artesanal, miel de abeja pura y una mantequilla lavada muy deliciosa la cual venden también en el lugar. Luego nos pasaron unos tarritos con un arroz en leche delicioso. El desayuno rico. Salimos satisfechos.