El sitio no está bien adornado y se muestra algo abandonado. La sorpresa es que la comida si es buena. Como todo negocio tiene sus retos. La atención buena. La limonada normal. El arroz frito con camarones estaba bastante bueno y me sorprendió la ración servida que alcanza para dos personas. El picante súper especial preparado con cinco tipos de chile o ají. Si mejora su instalación estaría a mejor nivel pues la cocina si es auténtica taiwanesa.
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