Super romántico, el servicio es realmente bueno y los vinos exquisitos, el sommelier nos deja catar el vino antes de servirnos. Los platillos son pocos, en mi caso probé el queso, una buena cantidad y en mezcla con el vino quedó excelente. Super recomendado, en horario de atardecer se ve increíble el cielo, sumado al momento queda perfecto.
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