Donde Mikel

Mi experiencia en Donde Mikel, específicamente con el platillo Mar y Tierra, fue decepcionante. A pesar de las numerosas recomendaciones, el platillo resultó ser simplemente MEH y no cumplió con las expectativas esperadas. Además, la atención recibida deja mucho que desear, y el estado del lugar también se presenta como un aspecto negativo, sugiriendo la necesidad de una reforma urgente. A pesar de estos inconvenientes, los pulpitos fueron el único elemento rescatable, destacándose por su buen sabor. En resumen, no considero que Donde Mikel sea un lugar al que regresaría pronto. La experiencia general, marcada por la decepción con el platillo principal, la atención deficiente y la necesidad de mejoras en el ambiente, no convierte a este establecimiento en una opción atractiva para futuras visitas.

excelente carne y mariscos, ambiente tranquilo y muy agradable, tiene parqueo, un clásico que ha mantenido un buen menú por años

lugar de marisco muy buen sabor pero el espacio no es el más bonito. es un lugar bien concurrido. precio justo

La comida excelente el mar y tierra riquísimo y la ensalada de pimientos muy recomendable. El servicio pésimo, fuimos un grupo como de 30 personas formados por el papá, la mamá y un hijo o hija. El primer problema, indica el mesero que solo pueden hacer una cuenta, algo ridículo en un restaurante de su categoría y con la tecnología tan accesible para hacerlo. Al terminar de comer cada familia pagó su consumo y no querían darle su factura ya que solo daban máximo 4. Finalmente después de pagar el mesero indicó que faltaban Q2,000 por lo que las mamás hicieron las cuentas por familia y persona y al verlo el mesero o sorpresa ya no faltaba nada. Pareciera que los de una cuenta y las facturas lo hicieran para que sea difícil cuadrar cuentas y aprovecharse de ello. Así que sin van a este lugar disfruten la comida pero hagan sus cuentas para que les cobren únicamente lo consumido.

Como de costumbre todo muy bueno, las cervezas frías, la carne y los camarones espectaculares. Esta vez probé también los calamares y todo vale la pena.