Sencillamente encantador, no solo el hotel, sino también el restaurante y la comida en general. La atención fue buena, quizás deben mejorar la fila que se hace a la hora de esperar por una mesa.

Gran experiencia nuevamente. Lamentablemente no cuentan ahora con bufete y la carta parece muy limitada. Idealmente puedes pasar a tomarte un buen café y a disfrutar del ambiente.

Tenedor del cerro en antigua Guatemala, se convierte en una de las mejores opciones para desayunar almorzar e incluso cenar. Cuentan con un amplio menú a cualquier hora, pero los fines de semana en especial en las mañanas es cuando más se llena.

Es un lugar muy acogedor, algo escuro de noche, pero se ajusta perfectamente a una cena romántica o a una reunión con amigos. Las pizzas están muy bien, y su especialidad son los quesos.

Muy buena atención y excelente servicio por parte de todo el personal del restaurante. Cada plato estuvo en su punto.

Regresé después de mucho tiempo de estar cerrados, pero me sorprendió el protocolo que tienen para el ingreso de sus comensales. Comida deliciosa, como siempre.

Me encantan sus bebidas, cada una de ellas tiene un toque excepcional, pero la atención del personal es lo más destacable, te atienden un muchísima amabilidad.

Usualmente no nos gusta las crepas con demasiada crema ni tan dulces, así que le pedí al mesero si podía hacer mi propia crepa y accedió sin ningún problema. Eso me gustó mucho!

Sus desayunos de fin de semana estilo bufé son realmente buenos. Excelentes alimentos con sabores que resaltan muchísimo. En lo personal, las tostadas francesas son mis favoritas.

La gerente del restaurante se sentó a comer con nosotros, lo cual nos pareció muy agradable porque pudimos conocer más del lugar y de su historia. La comida estuvo increíble, y más al saber que todo es muy natural, ya que no se utilizan comidas procesadas.