Comida mexicana en un pequeño y curioso pasillo porque estás frente a las habitaciones...literalmente, incluso la cocina!! Aunque no es un servicio premium, si es bien reconocible que lo que hacen, lo hacen bien, y me hicieron sentir cómodo, bien atendido y satisfecho de los sabores que probé. Buena música!!

De las mejores terrazas en Antigua, decoración, vistas perfectas... amplitud entre mesas, muy buena música, y comida de querer pedir de toooddoo!

Tengo años de visitarlos para desayunar y siempre guardan el mismo tipo de calidad en los platillos y sus sabores, excelente café, excelentes pie's, frijoles bien condimentados.... Cuesta un poco que los meseros estén al tanto de tu mesa, pero media vez te ven, tienes su atención. Seguir viniendo a destinar es una tradición al venir a Antigua.

El café gourmet sin duda es lo mejor de esta cadena de cafés, pero lamentablemente el servicio de los muchachos a cargo es muy molesto... Pláticas personajes entre ellos delane del cliente, no poner atención al pedido por estar pegados al celular, y prepararte el café como una obligación y no por por vocación... Con malos gestos y desinterés. Mesas sucias y desordenadas y aunque habían muchas personas para atender, estaban ocupados en su propia rutina.

Ceviches de tradición, pero de igual tradición sus picosas... es un lugar cómodo para pasar el rato y curiosamente casi siempre se encuentra parqueo cercano. Limpieza y orden a la vista, eso habla muy bien comparado con una cevichería tradicional.

Hamburguesas de primer nivel!! ambiente muy singular con su decoración digna para robar ideas para decorar el área de descanso en mi casa; y para acompañar el café, un postre de chocolate que incluso pedí otro para llevar.

Escuchar marimba tomando un caldo caliente y una muy buena naranjada... Experiencia chapina para compartir. El personal tiene cierto encanto en su trato, te tratan como que es su propia casa donde estás comiendo, no tuvimos un solo detalle negativo para mencionar, sólo ganas de regresar.

El concepto es confuso la primera vez que se visita...posterior a eso, se vuelve divertido el vá y viene de tus acompañantes jugando algo parecido al "escondite", cada uno mirando en diferentes lugares, tratando de buscar mejores y mejores opciones ( o de pedir todo a la vez), y al final compartir sobre la mesa diferentes bocados compartidos de cada uno... Detalle importante es que aunque es casi un autoservicio, el personal anda siempre cerca de tu mesa indagando si todo anda bien, te ayudan a llegar tus platos y etc... Nos encanta!

Sigo prefiriendo ir a esta terraza a media tarde, dónde el sol y el calor está bajando, dónde una cerveza helada y unas excelentes papas fritas, y dónde las vistas de arquitectura antigueña son una excelente distracción.

Encontrar una mesa en el primer nivel cerca de la barra para un poco más de privacidad, alitas picantes y cerveza... Son de las mejores anécdotas en esta lugar.