Restaurante Giratorio

desde el carpaccio, pulpo con salsa a la barbacoa asiática,, entraña, colas de langosta al termidor han llenado mi exigente paladar

Excelente lugar para salir de la rutina, excelente vista, una de las mejores de la ciudad, los atardeceres increíbles. Recomiendo el róbalo con almendras, los platos fuertes 100 puntos, los postres están bien pero nada fuera de lo normal. En cuanto al ambiente, el atractivo principal es lo giratorio del restaurante, lo que da una vista espectacular, sobre todo al atardecer (no apto para personas que tiendan a marearse rápido)

Un lugar sorprendente para llevar a tu pareja. Literalmente giras al rededor de la zona 15 y observas desde los volcanes, ciudad y paisajes. Muy rica y elaborada bien la comida y los postres. El único inconveniente es el parqueo, prepara buena parte para su pago. Recomendable

Nueva visita para corroborar que la cocina es bastante buena y que el concepto es como lo describen: una vista insuperable de la ciudad. El servicio bueno pero algo lento, eso puede mejorar. Las entradas: un dip de espinaca y alcachofa muy buena y unos camarones con aguacate espectaculares. El pulpo en salsa barbacoa delicioso y el salmón en salsa de naranja muy especial. Un buen vino y para cerrar un café cortado bien preparado.

Esta experiencia gastronomica no fue muy buena, ya que los platos no tienen nada de innovador, y menos sabores espectaculares, son platos con sabores simples, y los meseros necesitan mas atención porque pedí un vaso de agua pura y nunca lo llevaron, lo que si el restaurante tiene un excelente ambiente y vista.