Había ordenado de Moonrise desde antes que tuvieran el restaurante y siempre me pareció que tenían propuestas ricas e interesantes. El restaurante ahora no decepciona en lo absoluto. Probé la hamburguesa La Grandiosa y quedé encantada, aunque un poco sorprendida de lo mucho que sabe a carne, algo que no he comido en años. El servicio es excelente y se esfuerzan en que el comensal esté satisfecho. Por ahora sólo aceptan efectivo y transferencias, pero sin duda regresaré a probar el resto de platillos y espero que amplíen el menú.

Definitivamente un concepto único y distinto en relación a otras heladerías en Guatemala, ofrecen una gran variedad de cereales para mezclar con el helado que ordenes. Muy buen sabor y consistencia, las porciones son bastante grandes.

Es un lugar bueno para compartir, sin embargo hay que tomar en cuenta que no es auténtico, y a mi parecer es bastante caro para la calidad y sabor de los platillos.

Una fusión francesa-guatemalteca. Es una excelente opción para un almuerzo o café agradable y tranquilo. La comida es buenísima, además que los almuerzos del día son muy buenas opciones variadas. El servicio es muy bueno y los dueños que he tenido la oportunidad de conocer son personas sumamente amables y se esfuerzan en que el comensal disfrute de la experiencia. Los postres son muy buenos y hay opciones para llevar. Mi única queja sería el precio de las bebidas.

De mis restaurantes favoritos en Guatemala. La comida es realmente excelente, sean ensaladas o pizzas, todo es de muy buena calidad. Me encanta la pizza sobre todo, y ofrecen una gran variedad de opciones con muy buenos ingredientes y sabores únicos.

Ofrece una gran variedad de platillos auténticos. Todo lo que he probado me ha encantado. Un favorito por muchos años.

Rico y económico. Ofrece opciones distintas y llamativas. Una excelente opción para una comida rápida en zona 4. Ofrecen menús del día que cuestan Q40.00

Probé el mac & cheese y me encantó, el servicio es muy bueno y gratinan el mac & cheese en la mesa. Aunque esa era prácticamente la única opción vegetariana, estuvo muy bien, y se esforzaron en buscar una opción para mí.

Un buen lugar para ir a desayunar un domingo, almorzar entre semana, o tomar un café por las tardes. Es bastante tradicional y un favorito de gente mayor por lo general. El ambiente es bastante tranquilo y agradable. El servicio es muy bueno. Hay varias opciones de comida, aunque la variedad de postres se llevan el premio.

Lo probé en la ubicación anterior y salí encantada, tiene opciones muy variadas y bien preparadas. Sin embargo, fui a la nueva ubicación en Fontabella y pedí el Tiradito de Maracuyá que tanto me había gustado la otra vez y me decepcioné bastante. El pescado no estaba del todo fresco. Las personas con quienes fui tampoco iban del todo encantadas con sus platillos tampoco. El servicio, sin embargo, es excepcional.